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Prudencia

   Como consecuencia de la técnica, se descubrió hace algunos años la carencia de determinados micronutrientes, como son vitamina C o D, minerales como el magnesio o el zinc, y nutrientes funcionales como las isoflavonas, que remedian la deficiencia de determinadas hormonas, o los ácidos grasos de la serie omega 3 que benefician al sistema cardiovascular y las funciones cerebrales.

El problema aparece cuando se abusa del consumo de los mismos, lo cual está dando lugar a la aparición de determinadas alteraciones detectadas en la clínica.

Por ello, recomiendo prudencia a la hora de consumir cualquier nutriente o micronutriente sin la pertinente supervisión médica.