Es curioso como, desde siempre, el contar nos sirve entre otras cosas, para poner orden.
Una vez que ponemos orden, comenzamos a ver claro.
Viendo claro la acción queda facilitada.
El año comienza… Un…dos…
Podemos verle el morro… empezando a deslizarse suave, imperceptiblemente… como si fuera un tren, el tren en el que queremos hacer el viaje a esa situación personal que tantas veces posponemos.
Contemos … Una… dos… y… ¡a la de tres! Y pongámonos en marcha.
Feliz y provechosa entrada de año.
¡Disfruta cuidándote!